Recuerdo aquella noche calurosa bajo el cielo tropical,
Recuerdo el firmamento poblado de estrellas sobre mi coronilla,
Las recuerdo. Una más brillante que la antecesora y más intensa que la siguiente.
Entre todas aquellas, había una profundamente cautivadora. Aquella sobresalía por su destello.
Recuerdo las puertas de mi corazón, abiertas como las de una catedral acogiendo la fe de los creyentes en el alba de una misa matutina.
Recuerdo las palmeras, los árboles y el resto de la vegetación.
Recuerdo haber oído y escuchado el palpitar de mi corazón.
La naturaleza en su magnitud cobró vida. Ya no éramos nosotros en ella, era ella en sí misma inmersa en nosotros.
Tu pecho era una sola vía entra mi cuerpo, mente, espíritu y corazón...
Recuerdo la dimensión...
Recuerdo y recuerdo y sin más recuerdos tan solo vaga pero intensamente lo recuerdo.
Y ahora tan solo recuerdo.
La vi a ella, ella esta en mí y estaba en ti.
Sus ojos, su rostro, sus manos, sus labios, su cabello y su fragancia.
Era ella.
Su nombre, la liana dijo su nombre, las montañas trajeron su espíritu. El mar reflejó su mirada sobre él. El viento, el viento me lo dijo, me confesó el secreto...
Su espíritu, la planta me conectó con su espíritu.
Era ella, era su nombre...
...Y era su espíritu hecho nombre y era su nombre en ella.
Era mi estrella...
Expándete luminosa estrella, viaja por el universo y se conciencia...
Conciencia, mi estrella, ahora eres universo y conciencia...
